La nuestra es una historia sencilla, llena de tradición en forma de vino; con las raíces hondas y la cabeza hacia el cielo de la Albera, al cielo de L’Empordà. Desde 1871, la familia Pairó hemos sido productores de vino en Capmany. Hemos trabajado de padres a hijos, de abuelos a nietos, para llegar a cinco generaciones vinícolas que han tomado el relevo del savoir faire en los viñedos, en el prensado, en la bota. Reunir la fuerza de la tradición y la ilusión año tras año es nuestro pasado, presente y futuro.

Nuestra historia habla de tradición y también de innovación. De avanzar sin perder las raíces. Nuestra filosofía toma esa premisa y la transforma en viñedos de hace siglos y viñedos jóvenes; trabajados con técnicas sostenibles de ahora y las que nos ha transmitido la sabiduría de una familia de vinateros. Lo hacemos manteniendo vivas variedades de uva locales especialmente adaptadas y enraizadas en esta tierra desde hace generaciones, como nosotros.

Todo ello, siendo respetuosos y cuidando un entorno especial y único como son los prados, los bosques y los viñedos de Capmany, al pie de la Albera, que están aquí desde que L’Empordà es L’Empordà.

Nuestras instalaciones son un fiel reflejo de la evolución vinícola del último siglo. Para nosotros, todo empezó en la pequeña bodega de Can Peraire, en el centro de Capmany. Ahora, ciento cincuenta años después, nuestra bodega se encuentra a las afueras del pueblo, en una nave que nos permite seguir todo el proceso de elaboración del vino de principio a fin, junto a parte de nuestros viñedos. Aquí guardamos barricas nuevas con barricas viejas, las ánforas donde reposa nuestro Nudus, y toda la maquinaria necesaria para que la uva que entra en la bodega salga convertida en una identidad propia: ¡el vino de Pere Guardiola!

Nuestra finca se encuentra en Capmany, en el corazón de L’Empordà. Pueblo genuinamente ampurdanés, como nosotros, rodeado de viñedos, algunas laderas naturales, caminos, cercas de piedra, bosques mediterráneos y el canto de los pájaros cada día. Una vida sencilla, tranquila, que nos hace querer preservarla con todas nuestras fuerzas. Por eso respetamos y amamos la tierra que nos ha visto nacer y florecer como bodega. Nuestras viñas se extienden alrededor de nuestras instalaciones y a varios rincones del término municipal, en esta privilegiada llanura al noroeste de la llanura principal de L’Empordà, un poco más al sur de los contrafuertes de la sierra de la Albera.