¿Os gusta el vino, verdad? Pues hay que conservarlo correctamente para que siempre esté delicioso. Por eso, hoy os explicamos qué se debe hacer y qué no, una vez tenemos el vino elegido en casa.
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Comprad con antelación. Siempre que se pueda, es aconsejable comprar la botella con algo de tiempo para que el vino repose en casa.
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Temperatura estable. Si no tenéis un armario específico para guardar vinos, es recomendable dejarlo en una zona con poca luz y una temperatura estable; es decir, sin muchos cambios.
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Mejor fríos. Existen vinos que están más buenos si se degustan fríos. En estos casos, poned la botella en la nevera un par de días antes de la comida en la que lo vayáis a servir.
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Hielo, agua y sal. Si no os ha dado tiempo de ponerlo en la nevera, o si aún no está lo suficientemente frío antes de servirlo, coged una cubitera o un recipiente, ponedle hielo, agua y un poco de sal. Luego, añadid la botella abierta y se enfriará rápidamente.
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¡Olvidaos del congelador! Evitad siempre que sea posible el uso del congelador.
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¡No abuséis de la nevera! No se recomienda utilizar la nevera sistemáticamente para conservar vinos, especialmente durante largos periodos, porque el corcho se puede secar y el vino se deteriora.
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¿Y el vino tinto? Esta variedad necesita temperaturas más frescas. Si no disponéis de un lugar adecuado para conservarlo, guardadlo en la nevera y sacadlo un par de horas antes de servirlo.
¿Tenéis alguna duda? Siempre que vengáis a la bodega Pere Guardiola, podéis consultarnos sobre los mejores maridajes, la conservación de cada vino y las diferencias entre cada variedad; estaremos encantados de atenderos para que podáis disfrutar de cada sorbo del vino elegido.